Julieta.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Si quieres hacer reír a Dios cuéntale tus planes.

Esa mañana no sonó ningún despertador, me desperté por esa cegadora luz del sol de un domingo a las 2 de la tarde. Miré a mi derecha, ella siempre duerme a ese lado de la cama ya que dice sentirse más segura. No estaba, se habría despertado hace horas. Alargué el brazo para cojer un Marlboro, antes de terminármelo salí de la cama y fui dirección al baño. Notaba la casa extraña, sin vida. Entré al baño y mi sorpresa no fue para nada grata. En lugar de ver mi aún dormido rostro me tropecé con un pedazo de papel arrancado torpemente de una libreta de cuadros. Estaba enganchado con esparadrapo. En él se podía leer "No puedo quedarme aquí atrapada por siempre contigo. Me voy, no me busques. Adiós." Esas palabras bastaron para ahogarme. Lo siguiente que recuerdo es mi puño ensangrentado, repleto de brillantes, partículas clavadas como cuchillas en mi piel.

2 comentarios:

  1. "No puedo quedarme aquí atrapada por siempre contigo. Me voy, no me busques. Adiós." Esas palabras bastaron para ahogarme.. oh :cccc

    Me gustó tu blog ! :D saludoooos

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  2. jajaja, a mi también me gusta tu blog. Hay alguna faltita por ahí, pero escribes muy bien. Por cierto, ¿Por que a mi no me va lo de los seguidores? A varias amigas tampoco... Bueno ya te sigo. Un besito <3

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